sábado, 2 de marzo de 2013

11 Reglas para cambiar la escuela

Me llega un correo de Conchita con un post que ya conocía y que ha colgado Pepe Meneu en Facebook sobre los consejos que da Bill Gates a los estudiantes.

Como quiera que sea, el tal Bill nunca me ha hecho mucha gracia. Entre otras cosas, está contra la educación pública y creció con el pirateo mientras ahora persigue a los que lo hacen. Al respecto resulta educativo ver la película "Piratas de Silicon Valley" y conocer su postura sobre la educación pública.

Doy mi opinión.

La escuela transmite, como lo hace la sociedad, buena parte de los valores que no comparto y convierte a muchos niños en perdedores (aplicando cada vez más estereotipos que no son del todo nuestros). Claro que en algunos momentos es blanda o desconectada de la realidad, pero en algunas, digo que afortunadamente y en otras, que probablemente lo que habría que cambiar es la sociedad. No me puede convencer lo que plantea Bill, porque una sociedad en la que con la fortuna de 100 Bills podría acabarse 4 veces con el hambre en el mundo, no puede ser una sociedad para la que educar, más bien educar para cambiarla, para hacerla más justa y humana.

Regla 1: La vida no es justa, acostúmbrate a ello. Trata de cambiarla

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Regla 2: Al mundo no le importará tu autoestima. El mundo esperará que logres algo, independientemente de que te sientas bien o no contigo mismo. A mí sí me importa la autoestima de los demás. Trataré de cambiar eso.
Regla 3: No ganarás US$5.000 mensuales justo después de haber salido de la escuela, y no serás el vicepresidente de una empresa, con coche gratis, hasta que hayas terminado el instituto, estudiado y trabajado mucho. Aceptaría un salario acorde con la experiencia, pero no uno basura que es a lo que quieren condenar a las nuevas generaciones.
Regla 4: Si piensas que tu profesor es duro, espera a que tengas un jefe. Ese sí que no tendrá vocación de enseñanza ni la paciencia requerida. Aspiro a una sociedad más horizontal, al menos una en la que los jefes fueran más inteligentes y justos.
Regla 5: Dedicarse a voltear hamburguesas no te quita dignidad. Tus abuelos tenían una palabra diferente para describirlo: le llamaban oportunidad. Voltear una hamburguesa no es una indignidad. La indignidad es explotar a las personas que lo hacen.
Regla 6: Si metes la pata, no es culpa de tus padres, así que no lloriquees por tus errores; aprende de ellos. Si meto la pata, lo consideraré un paso en mi camino de aprendizaje y espero que los demás sean tan solidarios y comprensivos con mis errores como yo los sea con los suyos.
Regla 7: Antes de que nacieras, tus padres no eran tan aburridos como lo son ahora. Ellos empezaron a serlo por pagar tus cuentas, lavar tu ropa sucia y escucharte hablar acerca de lo “super” que eres y lo pesados que son ellos. Así que antes de emprender tu lucha por las selvas vírgenes, contaminadas por la generación de tus padres, inicia el camino limpiando las cosas de tu propia vida, empezando por tu habitación, escritorio, armario y closet. Nunca consideré aburridos a mis padres. Al contrario, me considero un afortunado por haberlos tenido, cosa que no podrían decir desgraciadamente muchos alumnos. Es compatible cambiar mi mundo y  hacerlo con el de todos.
Regla 8: En la escuela puede haberse eliminado la diferencia entre ganadores y perdedores, pero en la vida real no. En algunas escuelas ya no se pierden años lectivos y te dan las oportunidades que necesitas para encontrar la respuesta correcta en tus exámenes y para que tus tareas sean cada vez más fáciles. Eso no tiene ninguna semejanza con la vida real. Pues cambiemos la vida
Regla 9: La vida no se divide en semestres. No tendrás vacaciones de verano largas en lugares lejanos y muy pocos jefes se interesarán en ayudarte a que te encuentres a ti mismo. Todo esto tendrás que hacerlo en tu tiempo libre. Ya lo dije: cambiemos a los jefes. En cuanto a las vacaciones, son necesarias para disfrutar del trabajo y de la vida.
Regla 10: La televisión no es la vida real. En la vida cotidiana, la gente de verdad tiene que salir del café de la película para irse a trabajar. Cierto, la vida que presenta la televisión no es la vida real. Por suerte en muchos casos. Aspiro a una vida en la que trabajar y disfrutar no estén reñidos y el tiempo libre no sea considerado un delito.
Regla 11: Sé amable con los "NERDS" (los más aplicados de tu clase). Existen muchas probabilidades de que termines trabajando para uno de ellos. Esto lo dirá porque probablemente él fue uno de esos "NERDS o losers" de pequeño, pero se olvida de que hay muchos más losers que los aplicados y que este mundo no les ofrece sino seguirlo siendo de por vida. Creo en un mundo más justo y en una escuela que subsane las desigualdades.

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